Hay personas que, al menos en apariencia, nacen con talento para cantar. En realidad lo que les ocurre es que desde pequeños han estado en contacto con buena música y que sus padres tienen una voz bonita que han podido tomar de referente.
Eso no nos pasa a todos. Es más, la mayoría de nosotros, cuando llegamos a una edad suficiente para juzgar nuestra capacidad vocal nos damos cuenta de que no cantamos bien, pero tengo una buena noticia para ti: cantar se puede aprender.
Me gustaría insistir en el hecho de que lo mejor que puedes hacer si quieres aprender a cantar es acudir a un profesor que te escuche y te guíe, porque solo un profesional de la voz puede decirte cuáles son tus problemas y cómo arreglarlos sin dañar tu aparato fonador. Sin embargo, sí que creo que es posible aprender a cantar gratis, sobre todo a niveles bajos. A continuación, te dejo mi guía en tres pasos para aprender a cantar bien gratis.
Paso 1. Grábate
¿Alguna vez te has grabado cantando y has pensado: wow, esta no es mi voz, suena fatal? Tengo una mala noticia para ti: así es como te oímos los demás. Cuando hablas, escuchas el sonido que rebota dentro de tu cráneo y por eso captas un timbre totalmente diferente al real. Por ese motivo, el primer paso es saber cómo suenas realmente para así detectar los posibles problemas.
Para grabarte solo tienes que coger tu móvil o tu ordenador, escoger una canción y comenzar a cantar. Te recomiendo que para apoyarte cantes con una base instrumental o karaoke o, si no encuentras una, con la canción original de fondo.
Paso 2. Aísla los problemas
Si quieres aprender a cantar, tienes que partir de la base de que hay cosas en tu voz que no te gustan. ¿Cuáles son? Te dejo aquí una lista de los problemas más comunes en principiantes y sus soluciones habituales:
- Desafinas. Es decir, crees que estás cantando una nota pero en realidad está sonando otra. Esto a veces deriva en que la melodía ni siquiera sea reconocible. Para arreglarlo, te recomiendo que hagas ejercicios para mejorar tu oído. Son aburridísimos, pero merecen totalmente la pena. Jaime Altozano, el famoso youtuber de música, tiene en su canal esta guía que te dejo a continuación y que es muy recomendable porque en ella incluye los ejercicios básicos más importantes para mejorar el oído en tan solo diez minutos (aunque dominarlos te llevará más tiempo).
2. Engolas. ¿Tu voz suena como si te acabaras de comer un polvorón? Estás engolando. En el futuro publicaremos en esta web y en nuestro canal de Youtube ejercicios para aliviar este problema. La verdad es que es complejo solucionarlo en solo un pequeño consejo porque hay muchas maneras diferentes de engolar, así que empecemos por la más común: la lengua. Cuando cantas estás expulsando un montón de aire de forma antinatural para tu cuerpo, por lo que éste activa las señales de alarma de que te estás ahogando para impedir que se escape tanto aire. Por eso, entre otras cosas, la lengua se te va para atrás cuando cantas.
La postura correcta de la lengua al cantar vocales se logra colocando la punta de la misma justo donde acaba el hueso de la encía inferior y haciendo una ligera presión de la lengua contra los dientes.
En las consonantes, con el objetivo de pronunciar, puedes poner la lengua como quieras. También debes tener cuidado de no hacer una forma de U con la lengua al pronunciar: esto pone mucha tensión en la parte trasera del músculo y, de nuevo, te hace engolar.
3. Te salen gallos
Si te sale un gallo, aunque puede deberse a muchas causas diferentes (ahí entra el papel de un profesor de canto), normalmente es porque estás haciendo un sobreesfuerzo innecesario, ya sea con el diafragma (enviando más aire del que necesitas para esa nota) o con la garganta, gritando. Prueba a cantar más flojito en ese punto de la obra 🙂
4. No llegas al final de las frases por falta de aire.
Si te falta el aire ¡es porque no te organizas bien! Imprime la maldita partitura y marca ahora mismo los puntos en los que piensas que puede ser bueno respirar. Respira tooooodas las veces que lo necesites, pero procura que sea en puntos estratégicos para no perjudicar la interpretación de la obra.
Si aún así no llegas, procura hacer ejercicios de respiración a menudo. El diafragma es el músculo que se encarga de gestionar la cantidad de aire que expulsan tus pulmones. Así es. Es un músculo. Si quiero levantar mucho peso con los brazos, tengo que ejercitar mis bíceps. Si quiero controlar de manera muy precisa cuánto aire expulso al cantar, tengo que ejercitar mi diafragma.
Pronto subiré a esta página unos ejercicios para ponernos fuertes, así que no te olvides de suscribirte a nuestra newsletter al final de este post si quieres enterarte. De todos modos, te adelanto dos: el ejercicio de la vela y el del folio.
Para el ejercicio de la vela tienes que sentarte en el suelo y colocar una vela encendida a una distancia razonable de ti. Sopla súper fuerte para, de un golpe de aire, apagar la vela. Coloca la vela cada vez más lejos para ver tu avance.
Para el ejercicio del folio, sujeta un folio contra una pared, sopla contra él, suéltalo e intenta mantener solo con tu aire el folio quieto.
Paso 3. Repite y repite y repite.
Ella Fitzgerald decía que lo único mejor que cantar es cantar más. Cuanto más cantes una obra, más detalles de la misma vas a apreciar y mejor vas a conseguir interpretarla. Además, cantando concentrado y enfocado en los puntos que te he dado antes ejercitas los músculos involucrados en la fonación, por lo que ¿a qué estás esperando?
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