El calentamiento vocal es una práctica muy simple, pero también muy necesaria. Calentando correctamente conseguirás alcanzar una mejor ejecución de las piezas y, al mismo tiempo, protejas de cualquier lesión tu aparato fonador. ¿Quieres obtener todos los beneficios de un buen calentamiento? ¡Sigue leyendo!

  • Calienta pensando en la obra. ¿La pieza para la que te estás preparando tiene muchos agudos? ¡Calienta esa zona de tu registro! ¿Requiere mucho aire? Añade algunos ejercicios de apoyo. Es muy interesante tener en cuenta las dificultades particulares de la obra que vas a interpretar a la hora de calentar. No todo tu repertorio tiene las mismas dificultades.
  • Calienta también tu cuerpo. Los errores más comunes a la hora de emitir la voz tienen que ver con tensiones en diferentes lugares del cuerpo. Te animo a incorporar a tu calentamiento vocal ejercicios de movilidad articular. Por ejemplo, haz círculos con los hombros y el cuello, suelta los brazos, masajea tu rostro y mueve la lengua dentro de tu boca intentando llegar a todos los rincones. Gracias a estos pequeños gestos, que no te van a llevar más de un minuto, conseguirás evitar un montón de problemas.
  • No te pases. Recuerda que es solo un calentamiento. No es conveniente darlo todo porque puedes fatigarte incluso antes de cantar. Trata de reservar tus fuerzas para la interpretación. Por ejemplo, puedes mover la voz en los ejercicios que selecciones, pero no cantes demasiado agudo ni demasiado grave de momento.

¿Y tú, cómo calientas la voz?¿Tienes algún consejo que quieras compartir? ¡Espero leerte en los comentarios!