¿Afinas, tu voz suena preciosa, puedes cantar cosas increíbles, pero al cantar pareces un robot sin alma? Lee este post hasta el final y aprenderás un truco que no conoces para hacer que hasta la canción más plana suene profunda y llena de matices.
Muchos cantantes, cuando aprendemos a aplicar la técnica vocal, queremos que todo suene fuerte, proyectado y perfecto. Eso es genial, me alegro mucho de que sepas cantar tan bien, pero ¿qué estás consiguiendo que no pueda conseguir también Loquendo?
En la actualidad y en el contexto del canto moderno y de la música popular, que es el contexto que nos interesa a nosotros, el intérprete se convierte en el centro de la interpretación.
Eso significa que, como cantantes, podemos hacer con la interpretación lo que nosotros deseemos. Y lo que deseamos, normalmente, es transmitir un mensaje cargado de emoción y de sentimiento.
Es cierto que con la cara y con el lenguaje corporal se puede interpretar y transmitir muchísimo, pero en este post pondremos el centro en cómo interpretar con la voz. Para ello, empezaremos por cuestiones metafísicas: preguntémonos en qué consiste la música.
La música es un juego constante de tensiones y distensiones en todos sus parámetros. En el ritmo, alternamos figuraciones largas con figuraciones cortas. En la melodía, jugamos con los extremos, de manera que un agudo muy agudo siempre resuelve en una nota más grave. En la armonía, jugamos con la tensión de los diferentes grados de la tonalidad de manera que si una función de dominante no resuelve en una función de tónica, no nos quedamos tranquilos como oyentes.
Como intérpretes, debemos conseguir un juego de tensiones y distensiones, pero ¿cómo hacerlo, si las figuras, las melodías y las armonías de las obras ya están escritas y son prácticamente inviolables si queremos que la canción sea reconocible?
Para contestar a esta pregunta, reparemos en lo siguiente:
SI TE ESCRIBO TODO EN MAYÚSCULAS, ME LEES COMO SI TE ESTUVIERA GRITANDO. NO LO PUEDES EVITAR. PERO AHORA QUE YA LLEVO UN RATO ESCRIBIÉNDOTE EN MAYÚSCULAS, PARECE QUE ES LA MANERA DE ESCRIBIR QUE TENGO, QUE MI «TONO DE VOZ» ES MUY ALTO.
del mismo modo, si te escribo solo utilizando minúsculas parece que no conozco la ortografía y la gramática españolas. cuando ya llevo unas cuantas palabras sin utilizar las mayúsculas, te acostumbras y no se nota tanto. ¿te has dado cuenta?
Pasa lo mismo con la intensidad del sonido. Si te grito mucho rato, te acostumbras. Si te susurro mucho rato, también. ¿Pero y si alterno en la intensidad de la voz?¡Consigo una nueva manera de crear contraste!
Esto, en música, se llama dinámicas. Las dinámicas son las variaciones en la intensidad del sonido, que además se pueden escribir en la partitura de forma muy sencilla, y te recomiendo fervientemente que escribas las dinámicas que desees cantar para crear una interpretación consistente y que no se te olvide nada. En el video correspondiente a este post, te explico lo que son los matices y reguladores y te pongo un ejemplo muy sencillo de cómo marcar las dinámicas en una obra puede cambiar por completo la interpretación de la misma y transformarla de una cancioncilla mediocre a una obra que pone los pelos de punta.
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