Stephen Sondheim es el compositor y letrista del musical Sweeney Todd. Es muy importante que si no conoces este nombre te quedes con él, porque es un genio. Y no lo digo yo, es que los teóricos no paran de compararlo y ponerlo al nivel del mismísimo Wagner.

Es probablemente el Mozart de nuestra era. Cuando dentro de 200 o 300 años los niños estudien música clásica de la primera mitad del siglo XXI en el colegio, no me cabe duda de que les pondrán a Sondheim.

Hoy vamos a tomar como ejemplo el musical Sweeney Todd para explicarte lo genial que es Sondheim, cómo toma las corrientes artísticas de su época e innova con ellas y por qué ningún teatro de Broadway lo está poniendo ahora (cuando está casi siempre en cartel) y qué tiene que ver todo esto con el coronavirus.

Pongámonos, pues, en situación.

Años 40. Un costurero y una diseñadora de interiores de clase media-alta se divorcian, así que mamá y Stephen, que tiene ya 12 años, se van a vivir a Pennsylvania. Stephen se hace amigo del niño de la casa de al lado, que resulta ser el hijo de OSCAR HAMMERSTEIN II ? ?!?!?!

 Oscar Hammerstein II por si no lo sabes es el libretista del primer musical de la Historia, que es Oklahoma, cuyas canciones has escuchado miles de veces y puede que pienses que son canciones folclóricas de Estados Unidos pero no lo son, las escribió este señor. Hablamos de una persona que ha escrito un musical en cuya película sale Hugh Jackman de adolescente vale? No es cualquier cosa. Soy súper fan. Todo Nueva York era super fan, de hecho. Oklahoma no solo es el primer musical de la Historia, es además el más importante porque cambió todos los paradigmas de la música escénica fusionando el teatro de variedades con la ópera.

Y este GENIO era vecino de Stephen Sondheim y de su madre cuando él era niño. Y como Stephen no tenía padre, el señor Hammerstein fue un poco esa figura para él. Y como al señor Hammerstein le gustaba la música y Stephen tocaba un poquito el piano, vio la oportunidad perfecta para enseñarle todo lo que él sabía. Poco a poco, Stephen empezó a escribir musicales también y Hammerstein se los corregía y le ayudaba a mejorar hasta que alcanzó el primer gran hito de su carrera: West Side Story.

Hay cuatro grandes hitos en la Historia del Musical de Broadway:

Oklahoma (1943), West Side Story (1957), Hair (1967) y los musicales de Sondheim, a partir de los 80.

Estos cuatro acontecimientos son como si dijéramos el Mozart, el Bach, el Beethoven y el Wagner de los musicales.

Stephen Sondheim está presente en cierta medida en tres de ellos: cuando se estrenó Oklahoma! él ya era alumno y amigo de Hammerstein, en West Side Story aunque siempre se habla de que es un musical de Jeromme Robbins porque en él lo que más destaca es la coreografía, en realidad es un trabajo grupal y el letrista fue Sondheim. West Side Story es un musical súper especial porque la música está compuesta por uno de los grandes académicos de nuestra era, Leonard Bernstein.

Bernstein es conocido sobre todo por ser uno de los mejores directores de orquesta del mundo y por componer sinfonías, de hecho estudió en Harvard con Walter Piston, autor de uno de los tratados de armonía más importantes en la actualidad. Bernstein tuvo una formación súper académica y por eso si miramos West Side Story detenidamente vemos que aunque sea un musical de Broadway y por tanto un PRODUCTO AUDIOVISUAL y por tanto esté pensado para entretener y para alcanzar el mayor público posible, en realidad es un ballet muy complejo que maneja formas muy completas, como la fuga dodecafónica «Cool».

En West Side Story es donde quizás vemos el contacto más fuerte de Sondheim con la música académica porque componer algo de la mano de Bernstein era súper fuerte en ese momento. Era, además, un personaje muy mediático en cuanto a la divulgación musical, como Jaime Altozano ahora, así que lo tuvo fácil. Días antes del estreno de West Side Story, dijo en prensa:

“Estamos ahora en una posición histórica similar a la del teatro musical en Alemania justo antes de que surgiera Mozart”

Leonard Bernstein, compositor, director de orquesta e influencer musical antes de que existieran los influencers.

Los autores de West Side eran conscientes de que iban a cambiar la Historia.

En este punto tenemos ya a un Sondheim que ha aprendido del mejor letrista del mundo y del mejor compositor del mundo,

En este contexto, compuso Sweeney Todd.

Sweeney Todd es un musical estrenado en 1980 que sigue vigente gracias a la película de Tim Burton. El argumento gira en torno a un barbero asesino que se alía con una pastelera para convertir los cadáveres fruto de sus asesinatos en pasteles y venderlos a la gente para que se los coman.

En el reparto del estreno de ese musical estaba en el papel de la pastelera la mismísima Angela Lansbury, que era muy famosa en el ámbito del cine y el teatro y tenía 54 años. Además, en todas las producciones importantes se dan los papeles protagonistas a actores que gozan ya de mucha fama (no en detrimento de su talent). Por ejemplo hay una en la que la pastelera es Patty Lupone y Toby es Neil Patrick Harris (mi producción favorita!). Cuando la obra se estrenó en Barcelona, salía CONSTANTINO ROMERO. Por tanto, tenemos muy presente ese ingrediente de música popular, de gustar al público y llenar teatros, de ser comercial.

Pero Sondheim no se queda ahí. Tal vez por influencia de Bernstein, podemos observar cómo mucha de la música de este musical es muy interesante de cara al análisis desde un punto de vista académico, a modo de obra de arte total wagneriana.

A principios del siglo XX tuvo mucha presencia en el ámbito germano una corriente musical llamada dodecafonismo que buscaba la ruptura con la tonalidad y cuyo origen se remonta hasta el acorde de Tristán de Wagner. Como Sondheim quiere consagrarse como el nuevo Wagner, utiliza escalas dodecafónicas pero lo hace de manera muy sutil. El ejemplo más claro es el de la mendiga: cada vez que este personaje interviene, empieza con un tema que incluye once de los doce sonidos de la escala (Aims, aims, for a miserable woman…). Que incluya once de los doce sonidos no lo convierte en una serie dodecafónica porque los sonidos se repiten, pero sí podemos decir con total firmeza que no se puede encuadrar en ninguna tonalidad. Esto nos da la idea de que la mendiga no encaja en ninguna parte o de que no tiene las cosas claras.

Otro ejemplo muy especial es el de la señora Lovett, la pastelera.

Desde el Barroco se utilizan en música lo que llamamos tópicos musicales. Un tópico musical es algo en la música que me recuerda a otra cosa. A partir del siglo XIX, con el Romanticismo, se empezó a mirar hacia Oriente como un lugar mágico y desconocido y tomaron algunas escalas como la pentatónica o la hexatónica como propias de Asia. En el siglo XX le dan la vuelta de manera que todas estas escalas se refieren a lo popular en el sentido de lo tradicional de los pueblos.

En muchas de las intervenciones de la señora Lovett, esta pastelera protagonista entra con un recitativo que, efectivamente, tampoco puede encuadrarse dentro de ninguna tonalidad.

Si cogemos todas las notas que canta y las reordenamos, obtenemos una escala octatónica, que intercala tono-semitono-tono-semitono y así sucesivamente. Esta escala nos marca a la señora Lovett como un personaje muy popular, tal como nos la muestra el argumento: se trata de una pastelera empobrecida que habla en cockney, el dialecto londinense ligado a las clases bajas. Además, al no ser tonal, nos da la misma idea de locura que ocurría con la mendiga, que es que está loca. Ocurre lo mismo con Johanna. Sin embargo, Sweeney, el juez Turpin y Anthony cantan en tonalidades muy sencillas.

En el video correspondiente a esta entrada analizamos en concreto el número A little priest como una danza de la muerte o danza macabra.

La danza macabra es un género artístico propio del barroco en el que la muerte personificada en un esqueleto saca a bailar a cualquier persona, independientemente de su edad o condición social. Sondheim lo retoma en A little priest, poniendo a los personajes de Lovett y Todd en el papel de la mismísima Muerte.

Esto de volver a la estética barroca pero con una visión actual es otra vanguardia que estaba súper de moda en ese momento. Por ejemplo este Concerto Grosso de Schnittke toma la referencia de un concierto barroco para violín pero tiene muchísimos instrumentos sonando a la vez y por eso suena vanguardista. Si pudiéramos ponerle un nombre a esta vanguardia, la llamaríamos poliestilismo musical (por si te interesa y quieres buscar más información, ya que podríamos llamarla neoclasicismo, pero este término está cogido para, por ejemplo, algunos ballets de Stravinsky).

Sondheim trajo a su presente, que eran los inicios de los 80, este tópico barroco de la danza de la muerte, adscribiéndose así a una vanguardia de moda dentro del mundo académico. ¿Pero por qué la danza de la muerte? Posiblemente porque fue a principios de los años 80 cuando empezó una gran pandemia mundial que no se sabía bien cómo se transmitía y que podía tocarte independientemente de quién fueras, el SIDA.

Además, el argumento de la obra está centrado en la época victoriana, en la que también hubo una pandemia de gripe rusa que se diseminó por todo el mundo y en menos de 70 días había llegado al EEUU, muriendo alrededor de un millón de personas en el mundo.

En otras pandemias también se han compuesto danzas de la muerte. Por ejemplo, la más famosa de todas, la Danza Macabra de Saint Saens, la compuso en 1874 en plena epidemia de viruela y de fiebre escarlata. 

Sin embargo, a pesar de la vigencia del asunto, ningún teatro de los principales circuitos teatrales de musicales del mundo se ha animado a poner en cartel Sweeney Todd aunque sea un musical que funciona y que está representándose casi permanentemente en Broadway. ¿Por qué? Porque en la actual situación, sería de mal gusto. Mirad lo que le ha pasado a Jeffrey Star por haber sacado su paleta Crematory. Cancelado. Normal. Pero seguro que poco a poco van saliendo nuevas obras de arte aludiendo al género de la danza de la muerte, porque las personas somos así da igual que seamos medievales o actuales y expresamos las cosas que nos preocupan a través del arte.

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